¿Es bueno para ser feliz tener un pensamiento crítico que cuestione todo como lo hace la filosofía?
La respuesta es no. El pensamiento crítico siempre ha sido una aptitud que ha hecho meditar, demasiado en las cuestiones de nuestra vida. Ante esto tenemos dos tendencias claras y evidentes: - Pensar o, - No pensar Si pensamos, nuestras preocupaciones serán mayores puesto que tendremos más conocimiento sobre los temas a tratar y, por ello, tendremos más cuestiones que resolver. Por esto mismo, seremos más infelices porque nos preocuparemos en resolver los problemas pero, a la vez, seremos más libres porque tendremos un ángulo más amplio para solventar las adversidades y solucionarlas con mayor rapidez y objetividad, no sólo en un ámbito sino en todos. Si optamos por la segunda premisa, es decir, el no pensar, todo nos será mucho más fácil de llevar pero nunca tendremos una noción coherente de la realidad. Estaremos dirigidos por lo que nos digan los demás. No tendremos una base crítica sobre la que apoyarnos y no sabremos enfrentarnos con diver