¿Tenemos derecho a censurar a los menores de edad las redes? ¿Hay derecho a que una red social o el Estado prohíba determinados contenidos?

En el entorno de los valores sociales que hoy tenemos establecidos es muy importante que se respeten los derechos individuales dentro del marco de la legalidad y del respeto hacia los demás. Intentar coartar cualquiera de estos dos principios (legalidad y respeto) no es más que elevar la dicotomía entre “¿Qué es lo mejor para mí y qué es lo mejor para los demás?” o “¿Qué es lo que creemos que es mejor para todos?” 

Mantener ambos principios en equilibrio es difícil porque son dos términos universales. Es obvio que donde empieza mi libertad acaba la libertad de otros y donde comienza la libertad de otros acaba la mía. Lo mismo ocurre con el respeto ya que lo que para mí puede resultar respetuoso para otras personas puede no serlo. 

Dicho esto, pasando a analizar el tema de la censura, nos encontramos con que ésta limita la libertad y el respeto, de forma que si censuramos un acto estaríamos transgrediendo tanto la libertad como el respeto hacia el prójimo. Si tenemos libertad podemos ser irrespetuosos y saltarnos la censura. Ahora bien, si tenemos respeto podríamos mantener sin demasiados problemas los otros dos términos. 

Es sencillo, puede existir un equilibrio (muy fino, es verdad) que permita dejar libertad con una pequeña censura, pero siempre con el respeto que todos nos merecemos. Es en el respeto donde debemos centrar toda nuestra atención. Si nosotros somos respetuosos con los demás y los demás lo son con nosotros, no tendríamos problema en aceptar restricciones en el ámbito de la libertad asumiendo cierta censura. 

Pero a estos 3 términos (libertad, respeto y censura) habría que añadirle un cuarto: la madurez. La madurez intelectual, que no va ligada a la edad, suficiente para poder comprender en su totalidad estos términos. La minoría de edad no es el elemento clave para acceder de una manera libre, respetuosa y con la censura lógica de la ley, que salvaguarda a las anteriores, a las redes sociales. Es esa madurez intelectual (que no todos los adultos consiguen) la que nos permitirá disfrutar de unas herramientas que pueden ser útiles para todos. 

Por ello, es necesario que todos seamos conscientes del peligro ante el que nos encontramos, puesto que si la censura, ejercida por el Estado mediante la ley, llegase a su máxima expresión, nos situaríamos a la altura de países conde la red está administrada en su totalidad por él (el Estado). Fijémonos en países como China, Rusia, Arabia Saudí, Irán, Venezuela, etc. para entender lo que quiero decir. 

La respuesta a esta pregunta pasa por uno mismo. Es importante que cada uno de nosotros sepa manejar su acceso a la información para que no se vean mermados nuestros derechos y, de esta manera, se respete la libertad individual sin faltar al respeto recíproco y no tener que acudir a la censura. Todo ello bajo el suficiente conocimiento y madurez intelectual que nos permita disfrutar de las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías. 

Lo que no puede permitirse nunca es que mi libertad falte al respeto a los demás y que mi actitud conlleve a una censura que nadie desea. Bajo esta concepción, creo que es posible mantener ese fino equilibrio del que he hablado anteriormente.