"El Transhumanismo: ¿Mejora o final de la especie humana?"


Como ya sabemos el transhumanismo es una corriente intelectual cuyo principio básico consiste en aceptar que el desarrollo progresivo de la ciencia permitirá que la especie humana supere las barreras que en la actualidad nos impiden convertirnos en seres superiores. Es la confianza absoluta sobre todo en la biotecnología, la informática o la nanotecnología y podríamos dividirla en tres grupos:

El grupo puramente biológico: por el que conseguir una mejora a través de alteraciones genéticas, medicamentos o aprendizajes que nos permitan por ejemplo tener mayor capacidad cognitiva, mayor resistencia física o conseguir incluso una esperanza de vida mayor que rozase la inmortalidad.

El grupo originado combinado humano-máquina, que se basa en la adaptación de determinados mecanismos artificiales que nos permitan, por ejemplo, oír o ver mejor, que nuestro corazón funcione correctamente o que consigamos tener una mejor respuesta por una carencia personal innata o acaecida.

O el grupo meramente artificial: basado en la creación de una superinteligencia capaz de dirigir cualquier tipo de actividad.

Los transhumanistas piensan en personas que admitan su transformación corporal o mental y que paulatinamente se integren con las máquinas. Evidentemente, en la actualidad no somos robots, pero podemos encontrar ejemplos próximos que nos acercan a todos a esa integración con las máquinas. La inteligencia artificial está teniendo un desarrollo exponencial en los últimos años y no entiende de los principios que tenemos los humanos, manejan únicamente algoritmos. Véase el caso de nuestra interconexión con los teléfonos móviles que nos dan unas prestaciones gratuitas a costa de que entreguemos nuestros datos, que más tarde son gestionados por unos servidores informáticos (generalmente de carácter privado) que posteriormente venden a las empresas (también generalmente privadas) para fines determinados. No son otra cosa que algoritmos que después maneja otra persona. El ser humano está abandonando parte de su carácter propio, su ámbito privado, para obtener a cambio unos “beneficios” que él considera necesarios. Esta actitud está modificando la personalidad de la especie y es muy difícil prever como afectará este cambio a corto plazo.

El planteamiento transhumanista ha originado una discusión ética que se cuestiona temas tales como: ¿se podrá vivir eternamente? ¿Se creará una especie humana diferente? ¿Tendrán principios morales las máquinas que nos gobiernen?

Es muy difícil imaginar cómo sería una vida eterna, cómo seríamos capaces de soportar ese cambio, quizá ni siquiera estemos preparados mentalmente para asumirlo. No sé si alguien querría vivir eternamente. Sería una vida que nos haría mucho más débiles de lo que somos ya que llegaría un momento en que no tendríamos incentivos personales y, si lo asumiésemos, ¿qué pasaría con nuestro planeta? Habría una sobrepoblación tan grande que no permitiría a la Tierra generar los recursos necesarios para que nuestra especie continuase viviendo de la misma manera en la que vivimos hoy. Es una realidad que se ve ya, actualmente, en todos los desastres naturales que estamos provocando con nuestra conducta.

Si el transhumanismo llegara a convertirse en una realidad, la especie humana, tal y como la conocemos, desaparecería. Debería de encontrarse otro Planeta que permitiese el desarrollo de la especie y esto, a pesar de los avances que se están produciendo, queda aún muy lejos de convertirse en una realidad. Tendría, por tanto, que modificarse el ser humano hasta llegar a un punto irreconocible. Quizá para llegar a otro planeta tendríamos que llevar continuamente una escafandra y ¿qué beberíamos? ¿qué comeríamos?.

Nos queda por tocar el tema de las desigualdades que está provocando nuestra aceptación de la tecnología. ¿Quién tendría acceso a vivir eternamente? ¿quién tendría acceso a la comida? y ¿quién daría las normas morales que regirían a las máquinas o no tendrían principios éticos? Lo que tengo claro es que yo no sería la más beneficiada porque siempre existirán grupos económicos que tengan el poder de anticiparse a mí. Siempre han existido y existirán clases sociales, unas más beneficiadas que otras y no creo que yo tuviese más privilegios que otra persona con mayor capacidad económica que la mía.

Me aterra pensar que mis recuerdos dependan de una máquina que no repararía en ir en contra mía si no estuviese bien diseñada. ¿podría crear esta máquina otras a su imagen y semejanza que, en algún momento, fuesen en contra de los humanos? Es difícil no asumir la tecnología, pero debemos tener mucho cuidado a la hora de tomar decisiones al respecto que pueden ser fatales para nosotros mismos.

Aunque acepte las nuevas tecnologías reconozco el peligro que entraña su utilización más allá de todo lo que no sea el exclusivo servicio al ser humano.

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